La realeza del Palacio Real de Madrid descubre quién vive ahí
El Palacio Real de Madrid sirve como la residencia oficial del líder del país, el monarca de España, aunque no es utilizado por los actuales reyes quienes prefieren vivir en el Palacio de la Zarzuela. En cambio, este majestuoso edificio es destinado para eventos protocolares y ceremonias formales.
El Diseño y Embellecimiento del Palacio Real de Madrid
Una majestuosa moradaLa residencia de los monarcas de España, conocida como el Palacio Real de Madrid, fue construida con una visión grandiosa y espléndida. Inspirado por los diseños de Bernini para el Museo del Louvre de París, este imponente edificio refleja la elegancia y el poder de la monarquía española.
Del mismo modo que el Palacio del Louvre, la estructura del Palacio Real de Madrid se organiza alrededor de un cour d'honneur, o patio cuadrado. Además, cuenta con una galería y una Plaza de Armas, donde se encuentra la fachada principal del edificio.
Con más de 3.000 habitaciones, el Palacio Real de Madrid es una maravilla arquitectónica. Entre sus estancias más destacadas se encuentran la Escalera Principal, con sus impresionantes 70 peldaños diseñados por Sabatini. También destacan el Salón del Trono, el Salón de Alabarderos (anteriormente un salón de baile, convertido por Carlos III en una sala de guardias), la Real Farmacia y la Capilla Real. Todos ellos reflejan el lujo y la opulencia propios de un palacio real.
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En continua evolución: La decoración y arquitectura del Palacio Real de MadridA lo largo de los años, la ornamentación de cada una de las estancias del Palacio Real de Madrid ha experimentado varios cambios. Al igual que su distribución, el interior de este majestuoso edificio ha sufrido variaciones y progresos para adaptarse a las necesidades de los distintos monarcas que lo han habitado.
Un lugar único: El cuarto del rey Carlos III
Por cierto, una de las habitaciones del Palacio Real de Madrid que mantiene su decoración original, es el cuarto del rey Carlos III, unos aposentos diseñados por Sabatini. A partir del siglo XVIII, también se empezaron a exponer en las paredes de este palacio algunas de las mejores obras de arte de la Colección Real.
Una construcción impresionante
En cuanto a su arquitectura, merece la pena destacar que el Palacio Real de Madrid está formado por numerosas plantas y bóvedas que prescinden de cualquier elemento de madera en su estructura. Además, este monumento no solo fue concebido como la residencia de los reyes de España, sino también para albergar las oficinas gubernamentales, servicios de la Real Casa y los trabajadores al servicio de la Corona.
Historia del edificioeditar
El origen del Palacio Real fue el Real Alcázar, una fortaleza que se encontraba en el mismo lugar donde hoy se encuentra esta imponente construcción barroca. A lo largo del tiempo, esta estructura fue sometida a diversas reformas, especialmente en su fachada. Durante el reinado de Enrique III de Castilla, el Alcázar se convirtió en una de las residencias más visitadas del rey, lo que le valió el adjetivo de "real". Su hijo, Juan II, fue el encargado de construir la Capilla Real y varias dependencias.
Sin embargo, durante la guerra de Sucesión Castellana en 1476, el Alcázar fue sitiado por las tropas de Juana la Beltraneja, lo que provocó daños en la antigua fortaleza. El emperador Carlos I inició con algunas reformas de estilo renacentista en el Alcázar, pero fue su nieto, Felipe II, quien impulsó mayores obras contratando a reconocidos artistas de Italia, Francia y los Países Bajos.
Bajo el reinado de Felipe V de Borbón, quien subió al trono en 1700, se decidió que el antiguo Alcázar era demasiado sencillo y anticuado, por lo que se emprendieron nuevas reformas. La reina María Luisa Gabriela de Saboya y la princesa de los Ursinos se encargaron de decorar las estancias con un estilo más francés. Sin embargo, un incendio parcial en la Nochebuena de 1734 se convirtió en una excusa para demoler casi por completo el Alcázar (exceptuando algunos cimientos y estructuras) y construir un nuevo palacio más acorde al gusto de la época y la nueva dinastía.
Exterior del palacioeditar
El imponente Palacio, rodeado por un basamento almohadillado, contempla a los visitantes con su magnífico cuerpo principal, compuesto por pilastras dóricas gigantes entre las que se abren ventanas y balcones. La cornisa del edificio se corona con una impresionante balaustrada adornada con una serie de reyes españoles, que Carlos III mandó bajar para darle un toque más clasicista a la construcción.
En 1973, se llevaron a cabo trabajos de restauración en las fachadas, incluyendo la reposición de algunas esculturas, lo que permitió apreciar el maravilloso diseño original de Sachetti. Este famoso arquitecto italiano había dispuesto catorce jarrones en la fachada, de los cuales se conservan algunos hasta la fecha.
Por su parte, la fachada meridional destaca por ser la principal y presenta un cuerpo central adicional sobre la balaustrada, conocido como ático. En este ático se ubican las estatuas de Felipe V y su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya en los extremos, y las de Fernando VI y Bárbara de Braganza en el centro. En el espacio entre las estatuas y las columnas hay tres paneles que originalmente representaban el recorrido del Sol por el Zodiaco. No obstante, actualmente solo se conservan dos paneles laterales, ya que el central fue sustituido por el reloj actual.
En cuanto a la portada principal, los cuatro emperadores que la adornaban originalmente (Honorio, Teodosio, Arcadio y Trajano) fueron reemplazados por unas columnas toscanas que soportan una gran balconada, resultado de las modificaciones introducidas por Carlos III. Estas esculturas fueron trasladadas al interior del patio central, donde se encuentran en la actualidad.