
Historic sites in Sant Feliu de Guíxols
Sant Feliu de Guíxols es un verdadero tesoro de historia en la Costa Brava, donde cada rincón parece contar una anécdota de tiempos pasados. Desde la impresionante Ermita de Sant Elm, que se alza majestuosa con su estilo barroco, hasta el monasterio benedictino del siglo XVIII, la ciudad está salpicada de lugares que te hacen sentir como si estuvieras caminando entre las páginas de un libro de historia. No hay que perderse la Placa del Mercat, un punto de encuentro vibrante donde el pasado y el presente se dan la mano.
Aparte de estos impresionantes sitios históricos, Sant Feliu también ofrece espacios más modernos, como La Constància, un casino que añade un toque de diversión y sofisticación al ambiente. Aquí, la historia no solo se siente, sino que se vive, mientras los residentes, conocidos como guixolencs, conservan su legado cultural con orgullo. Así que, si alguna vez te preguntas qué hacer en este encantador pueblo pesquero, solo recuerda que cada paseo es una invitación a descubrir su rica herencia.
Un Viaje a través de la Historia de Sant Feliu de Guíxols
La fascinante región que rodea a Sant Feliu de Guíxols ha estado habitada desde tiempos prehistóricos, revelando un legado que se remonta a un asentamiento ibérico fundado en el siglo V a.C.. Posteriormente, los romanos llegaron para colonizar la zona, dejando su huella en este rincón del mundo. Más tarde, en la Edad Media, la fundación de un monasterio benedictino impulsó un crecimiento demográfico significativo.
Desarrollo y Adversidades
A lo largo de los siglos, el pueblo creció gracias a dos industrias clave: la del corcho y la construcción naval. Sin embargo, su historia no estuvo exenta de desafíos, sufrió calamidades como pandemias, hambrunas, ataques de piratas y conflictos bélicos, incluyendo la guerra civil española entre 1936 y 1939, un periodo en el que la comunidad se vio dividida por la confrontación entre las fuerzas de Franco y los republicanos.
Descubriendo el Patrimonio de Sant Feliu
Si decides explorar este emblemático pueblo, hay una serie de sitios que te ofrecerán una perspectiva invaluable sobre la rica historia de Sant Feliu:
- Asentamientos Ibéricos: Rastreando los orígenes prehistóricos de la población.
- Restos Romanos: Marcas de la colonización que transformaron la región.
- Monasterio Benedictino: Un edificio que simboliza la fe y el crecimiento de la comunidad medieval.
El Monasterio de Sant Feliu: Un Viaje a Través de la Historia
Las primeras menciones documentales del monasterio benedictino de Sant Feliu se remontan al siglo X. Este emblemático lugar fue erigido sobre las ruinas de edificaciones romanas, aprovechando una localización privilegiada que ofrecía un puerto natural y la protección de colinas cercanas.
El monasterio no solo fue un sitio de culto, sino que también desempeñó un papel crucial en la repoblación de la región. Su misión era ofrecer seguridad a los habitantes a cambio de su labor en la tierra, en un tiempo en que los piratas norteafricanos asolaban frecuentemente la zona.
“Este monasterio no solo es un refugio espiritual, sino también un bastión ante la adversidad.”
Puertas de la Historia: Porta Ferrada
La parte más antigua del monasterio, conocida como Porta Ferrada, forma la fachada de la iglesia románica de Mare de Déu dels Àngels. Este majestuoso acceso conecta dos torres y toma su nombre de la puerta de hierro que atesora la iglesia.
Torres de Alerta: Torre del Fum y Torre de Corn
Entre las estructuras defensivas destaca la Torre del Fum, que data del siglo X y se erige sobre los restos de un edificio del siglo V. Su función era alertar a los colonos lejanos con un alarde de humo en caso de ataque. En complementación, la Torre de Corn, construida entre los siglos X y XI, emitía sonidos de cuerno para avisar a los poblados cercanos.
El monasterio experimentó una significativa fortificación en el siglo XIV, estableciendo cinco torres que fueron transformadas con el paso de los siglos. La adición más notable es la imponente sección barroca, que data del siglo XVIII. Sin embargo, no todo ha perdurado, los edificios que una vez rodearon Porta Ferrada se han perdido en el tiempo, aunque esta última ha sido renovada para recuperarla a su estado actual.
La Arco de Sant Benet, que fue la entrada principal del complejo monástico, permanece aislada hoy en día, sus antiguas murallas ya han desaparecido. Este arco, concluido en 1747, albergaba una estatua original que fue destruida durante la Guerra Civil, la reposición de la misma se realizó en 1999.
El Antiguo Hospital de Sant Feliu
A sólo unos pasos del monasterio, se encuentra el antiguo hospital municipal de Sant Feliu. La historia de este lugar se remonta al siglo XVII, momento en el que se construyó el primer edificio hospitalario en este sitio.
Transformaciones a lo Largo del Tiempo
El aspecto actual del edificio, que refleja un estilo neoclásico, es el resultado de diversas reformas realizadas entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX. Esta construcción de dos plantas cuenta con una capilla a la derecha y un amplio patio en la parte trasera.
Un Lugar Estratégicamente Ubicado
Cuando se inauguró, el hospital se hallaba fuera de las murallas de la ciudad, en un intento de prevenir la propagación de enfermedades contagiosas dentro de Sant Feliu. Además de su función hospitalaria, también albergaba una escuela infantil, un patio y, como se mencionó, una capilla.
Conflictos Religiosos y Mantenimiento de la Institución
En tiempos posteriores, este edificio fue utilizado como convento de agustinos, lo que generó tensiones con el cercano monasterio benedictino. Los benedictinos reclamaban derechos sobre el terreno, y su abad presionó al obispo de Girona para que interviniera. Aunque finalmente expulsaron a los agustinos, el hospital mantuvo su función comunitaria.
Desafíos Financieros
No obstante, el hospital enfrentó las dificultades crónicas de la falta de financiación. A pesar de esta problemática, una serie de donaciones significativas en el siglo XVIII aliviaron temporalmente la situación económica. Aunque la institución continuó lidiando con problemas financieros, estas ayudas fueron clave para su permanencia operativa.
El singular Casino de la Constància
Entre los edificios que adornan el paseo destaca con especial belleza el Casino de Constància. Esta obra fue concebida por el arquitecto catalán modernista General Guitart i Lostaló y su construcción se llevó a cabo en un periodo que abarcó de 1888 a 1890.
Sin embargo, quienes lleguen buscando roulettes o azarosas partidas de póker podrían marcharse decepcionados. En España, el concepto de un casino se aproxima más al de un club social que a una casa de apuestas. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de juegos como cartas o dominó, pero este no es el lugar donde uno esperaría encontrar a James Bond buscando emoción.
Historia del Edificio
Para dar vida al casino, se adquirieron y demolieron dos viviendas situadas en la esquina de la Rambla del Portalet y la Carrer Sant Roc. El resultado es un edificio que orgullosamente ostenta puertas de estilo árabe, con arcos de herradura y una torre circular en la esquina, que lo hace aún más atractivo a los ojos de los transeúntes.
Un Centro Cultural
En la cultura local, el Casino de la Constància es comúnmente conocido como el casino dels nois, un apodo que homenajea a la juventud progresista que impulsó el lugar como un centro cultural lleno de vida y dinamismo.
Las casas de los indianos: un legado en la Costa Brava
En la hermosa Costa Brava, varias localidades disfrutaron de un florecimiento notable gracias al comercio con el Nuevo Mundo, especialmente con Cuba, Venezuela y Puerto Rico. Se exportaban productos locales como el corcho y el vino, mientras que los barcos regresaban cargados de azúcar, café, algodón y tabaco.
“Los indianos eran aquellos que regresaban de América con una fortuna, y su huella arquitectónica todavía se siente en la región.”
El fenómeno de los indianos
Aquellos que forjaron su fortuna en las Américas solían ser conocidos localmente como indianos o americanos. Su regreso al hogar a menudo se traducía en la construcción de casas impresionantes que simbolizaban su nueva riqueza. Un ejemplo notable se puede observar en el paseo marítimo de la playa de Sant Pol.
Un legado arquitectónico en peligro
En el Passeig de Guíxols también se pueden encontrar varios testimonios de esta época. Sin embargo, muchas de estas edificaciones han sido reemplazadas por edificios de apartamentos en la segunda mitad del siglo XX, impulsadas por la especulación inmobiliaria vinculada al turismo. No obstante, aún subsisten algunas joyas arquitectónicas, como Casa Patxot, situada en la esquina frente al Casino la Constància.
- El comercio con el Nuevo Mundo
- Fortunas creadas y casas construidas
- Impacto de la especulación inmobiliaria
Un aspecto que a menudo se pasa por alto es que algunos indianos adquirieron parte de su riqueza gracias al comercio de esclavos.
Antigua estación de tren
Hasta 1969, Sant Feliu estuvo conectado con Girona mediante un tren de vía estrecha. Este servicio facilitaba a los habitantes de Girona la posibilidad de evadirse de la asfixiante temperatura estival y disfrutar de una jornada junto al mar.
- Añadido en la línea hasta la zona portuaria para la carga y descarga de mercancías.
- La estación original data de 1892.
- Hoy en día, forma parte de una escuela.
La historia de esta antigua estación refleja no solo la evolución del transporte, sino también cómo un pequeño lugar puede convertirse en un punto estratégico para el comercio y el disfrute de las comunidades cercanas.
Descubriendo el Encanto del Antiguo Puerto
En este rincón del pasado, se erige un antiguo sótano ferroviario, que hoy alberga el restaurante y museo El Tinglado. Este edificio histórico tiene su origen en la época en que la red ferroviaria se expandió para facilitar el transporte de productos como el corcho y otros bienes.
Aquellos que visiten este lugar se encontrarán con una máquina de vapor que recuerda aquellos tiempos de actividad frenética, así como unas fotografías históricas que narran la epopeya del ferrocarril en sus mejores momentos.
“El antiguo puerto es un viaje en el tiempo hacia épocas donde el tren reinaba en la comunicación.”
Un dato curioso: existió en este lugar un giratorio que permitía dar la vuelta a las locomotoras para su viaje de regreso a Girona.
- Restaurante y museo El Tinglado
- Máquina de vapor y fotografías de la era ferroviaria
- Yacht club cercano
Adicionalmente, durante el verano, el Festival Porta Ferrada se convierte en el alma de este puerto, haciendo vibrar el ambiente con una escena temporal y asientos preparados para disfrutar de las magníficas actuaciones.
Plaza del Mercado
Cada domingo, la plaza del mercado se transforma en un animado espacio donde se celebra un vibrante mercado de alimentos al aire libre. Al mismo tiempo, en el paseo, se pueden encontrar puestos que ofrecen ropa y una variedad de artículos.
Dominando la plaza, a un corto paseo de la playa principal del pueblo, se alza el ayuntamiento, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica. Este imponente edificio data de 1547, con una torre que fue añadida en 1847.
Adyacente a la plaza, se sitúa un mercado de alimentos cubierto que remonta sus orígenes a la década de 1930. Este espacio, que funciona todos los días de 8:30 a.m. a 1:30 p.m., fue restaurado en 2011 y cuenta en su primer piso con un bar y un restaurante.
Descubriendo el Hermitage de Sant Elm
Ferran Agulló, un destacado periodista, poeta y político catalán, es reconocido por ser el primero en denominar esta costa como la “Costa Brava” en un artículo que vio la luz en septiembre de 1908. Nacido en Sant Feliu, parece que acuñó esta célebre frase tras haber visitado Sant Elm con amigos, dejando que las vistas espectaculares de la zona lo inspiraran.
Este emblemático lugar, ubicado en la península al suroeste de Sant Feliu, ofrece una panorámica envidiable: desde el hermitage se puede divisar la costa extendiéndose hasta donde alcanza la vista, contemplar el vasto océano, observar Sant Feliu desde las alturas o perderse en la vegetación de las colinas cubiertas de corcho.
“La belleza de este paisaje es un canto a la naturaleza que todos deberían experimentar.”
En este lugar, la historia se entrelaza con la espiritualidad: ya existía una capilla en 1452, aunque las fortificaciones que la acompañaban fueron construidas a principios del siglo XIII. Sin embargo, la historia no fue amable, estas estructuras fueron destruidas por los franceses a fines del siglo XVII, y no fue hasta 1723 que se levantó una nueva capilla. La capilla actual es fruto de restauraciones que tuvieron lugar en 1943 y 1993.
- Ferran Agulló y su relevancia en la historia de la Costa Brava.
- Ubicación privilegiada del hermitage con vistas espectaculares.
- Historia de la capilla desde su fundación hasta las restauraciones modernas.
Así, cada visita al Hermitage de Sant Elm se convierte en un viaje no solo a través del paisaje, sino también hacia el pasado, donde cada piedra cuenta una historia y cada vista invita a la admiración.
El Enigmático Pedralta
En las colinas que se alzan sobre Sant Feliu se encuentra un tesoro geológico que solía ser conocido como la roca oscilante más grande de Europa, adornada por una cruz en su cima. Este coloso, conocido como Pedralta, se encuentra ubicado en lo alto de una formación rocosa de 17 metros y, a pesar de su impresionante peso de 101 toneladas, era posible moverlo con una simple mano.
“Pedralta, que una vez se mecía con el viento, ahora permanece firme en su lugar.”
Sin embargo, la naturaleza tiene sus caprichos: en 1996, una violenta tormenta hizo que la roca cayera, llevándose consigo la mágica posibilidad de oscilar. Tres años más tarde, dos grúas se encargaron de su reposicionamiento, asegurando su estabilidad de forma definitiva. Así, la roca quedó inmóvil, privando a los curiosos de la asombrosa experiencia de moverla.
Ahora, Pedralta se erige como un monumento permanente, un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de lo efímero de nuestras maravillas. Su historia encierra una lección sobre la fragilidad de lo extraordinario en el curso del tiempo.
Refugio Subterráneo en la Costa Brava
Resulta difícil imaginar que la hermosa Costa Brava pudiera ser objetivo de ataques aéreos y marítimos, pero durante la Guerra Civil Española, esta zona no estuvo a salvo de la violencia. Al igual que el resto de Cataluña, Sant Feliu se alineó firmemente con el gobierno republicano elegido democráticamente y, lamentablemente, se convirtió en una de las localidades costeras con mayor número de bajas.
“En la historia de Sant Feliu, el eco de los bombardeos aún resuena entre sus calles.”
El 7 de junio de 1937, la localidad fue bombardeada por el crucero Canarias, insignia del bando nacionalista. A seis de febrero de 1938, poco después de un ataque aéreo perpetrado por fuerzas italianas, el comité de defensa local reportó un total de 12 bombardeos aéreos y 2 ataques desde el mar, que resultaron en la muerte de 26 personas y 80 heridos. En total, cayeron 200 bombas y 21 proyectiles, destruyendo además 22 viviendas y causando daños en 343 más.
Al concluir el conflicto, la cifra total de ataques alcanzó los 37, con aproximadamente 70 fallecidos y 130 heridos. Se destruyeron cerca de 50 edificios y unos 600 más resultaron dañados, dejando una huella indeleble en la memoria colectiva de la región.
El Refugi del Puig se erige como un testimonio de esos tiempos oscuros. Este refugio, excavado en la roca, fue redescubierto en 2010 durante obras de construcción en el distrito del Puig, con la entrada hallada tres años después. La construcción del refugio se inició poco después del primer ataque por parte del Canarias y continuó hasta 1938.
Si deseas visitar este refugio, es necesario contactar con el museo local con al menos 15 días de antelación para organizar la visita.
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FAQ - Preguntas Frecuentes
¿Cuál es la historia de Sant Feliu de Guíxols?
Es un lugar habitado desde tiempos prehistóricos, con un rico legado que incluye un monasterio benedictino del siglo XVIII.
¿Cómo se llama la gente de Sant Feliu de Guíxols?
La gente de Sant Feliu de Guíxols se llama 'guixolencs' o 'guixolenques'.
¿Qué ver alrededor de Sant Feliu de Guíxols?
Además de los sitios históricos, puedes explorar calas, playas y recorrer el casco antiguo.
¿Qué significa Sant Feliu de Guíxols?
El nombre hace referencia a San Feliu, un mártir, y 'Guíxols' probablemente tiene raíces en la cultura ibérica o romana.
¿Dónde se encuentra la Ermita de Sant Elm?
La Ermita de Sant Elm es un espectacular mirador y punto histórico, ideal para disfrutar de la vista al mar.
¿Qué es el Monasterio de Sant Feliu de Guíxols?
Es un edificio barroco del siglo XVIII, antes residencia de una comunidad benedictina, y ahora un espacio cultural.
¿Qué actividades se pueden hacer en Sant Feliu de Guíxols?
Puedes hacer senderismo, visitar museos y disfrutar de festivales como el Porta Ferrada.
¿Cuáles son las playas más famosas de Sant Feliu de Guíxols?
La Playa de Sant Pol y Cala Vigatà son dos de las más populares y hermosas de la zona.
¿Qué arquitectura destaca en Sant Feliu de Guíxols?
Destacan las casas modernistas y el antiguo casino, que reflejan el esplendor de épocas pasadas.
¿Cómo llegar a Sant Feliu de Guíxols?
Se puede llegar en coche, tren o autobús desde ciudades cercanas como Girona y Barcelona.