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Historia y geografía El reinado de Alfredo en The Last Kingdom

Alfredo, también conocido como Ælfred, del lenguaje anglosajón: Ælfrēd (849 - 26 de octubre de 899) o conocido como san Alfredo el Grande, gobernó el reino de Wessex desde 871 hasta su fallecimiento. Su fama se debe a su valiente defensa contra los invasores vikingos, lo que llevó a su pueblo a otorgarle el título de "El Grande" o "El Magno", único en su dinastía. Además, fue el primer monarca de Wessex en autoproclamarse rey de los anglosajones. La información de su vida proviene del cronista galés Asser. Este culto y erudito gobernante contribuyó significativamente a la educación y al progreso de las leyes en su reino. A pesar de no haber sido canonizado por la iglesia católica,[1]​ (y no aparece en el registro oficial de santos de la Iglesia Católica, el Martirologio Romano), su pueblo lo consideraba un santo y celebraban su festividad el 26 de octubre.[2]​[3]​

Matrimonio y descendenciaeditar

El año 868 fue testigo de la unión matrimonial entre el individuo en cuestión y su amada Ethelswhita, hija del señor de Gainsborough y descendiente de los reyes de Mercia por línea materna. La ceremonia tuvo lugar en la localidad de Winchester, en una conmovedora celebración.

Como fruto de este feliz matrimonio, la pareja fue bendecida con la llegada de seis hijos, quienes llenaron de amor y alegría el hogar familiar.

Alzamiento al reino y desafíos inéditoseditar

Durante su ausencia por el funeral y las ceremonias de su hermano, los daneses lograron vencer al ejército anglosajón en un sitio desconocido. Y de nuevo, en presencia de Alfredo, en Wilton, en el mes de mayo. Tras la firma de la paz, los daneses ocuparon otras áreas de Inglaterra durante los siguientes cinco años. Por lo tanto, Alfredo se limitó a observar y proteger la frontera, sin poder tomar medidas más allá de eso. Sin embargo, en 876, la situación cambió drásticamente. Los daneses, liderados por Guthrum, regresaron al reino y...

Durante su ausencia, los daneses lograron vencer al ejército anglosajón en un lugar desconocido. Y cuando Alfredo regresó a su presencia, en Wilton, en mayo, volvieron a vencerlos. A pesar de la paz firmada, los daneses ocuparon otras zonas de Inglaterra durante cinco largos años. Por tanto, Alfredo se vio obligado a limitarse a observar y proteger la frontera, sin poder emprender ninguna acción más allá de eso. Pero en 876, todo cambió. Los daneses, bajo un nuevo líder llamado Guthrum, regresaron al reino y...

El Legado de Rey Alfredo en la Formación de Inglaterra como Nación

La figura de Rey Alfredo de Wessex, también conocido como Alfredo el Grande, sigue siendo uno de los monarcas más relevantes de la historia de Inglaterra. Su reinado tuvo un gran impacto en la fundación del Reino de Inglaterra y su legado perdura en la actualidad. Gracias a su liderazgo en la lucha contra las invasiones vikingas, logró mantener la independencia de Wessex y expandir sus fronteras. Sin embargo, su contribución más significativa fue en el campo de la educación y la cultura, siendo un ferviente defensor de la creación de escuelas y la traducción de importantes obras literarias al inglés. Estas acciones sentaron las bases de una identidad nacional en Inglaterra que perdura hasta nuestros días.

Leyendas del períodoeditar

Según cuenta la leyenda, durante la primera invasión danesa, el noble Alfredo se ocultó en los pantanos de Athelney, en Petherton, al norte de Somerset, haciéndose pasar por un fugitivo. Allí, una humilde campesina lo encontró y le brindó cobijo, sin sospechar su verdadera identidad. Mientras ella realizaba sus labores diarias, Alfredo se ofreció a ayudarla a hacer unas tortas que había dejado preparándose en el fuego.

Desafortunadamente, debido a sus preocupaciones por el reino, el rey descuidó las tortas, las cuales acabaron quemándose. Al regresar a la cabaña, fue reprendido por la mujer por su negligencia. Solo entonces, ella descubrió la verdadera identidad de su huésped y se disculpó profusamente por su falta de respeto. Sin embargo, Alfredo no permitió que esta disculpa fuera aceptada tan fácilmente y...

Victoria decisivaeditar

A mediados de mayo de 878, todo estaba preparado y Alfredo partió de Athelney. En su camino, se unió a las fuerzas militares de Somerset, Wiltshire y Hampshire. Por otro lado, los daneses surgieron de Chippenham y los dos ejércitos lucharon en la batalla de Edington, en Wiltshire. La victoria fue aplastante para Alfredo, el cual derrotó a los daneses. Guthrum, el rey danés, y otros 29 hombres importantes, decidieron ser bautizados. Como resultado, Inglaterra se dividió en dos tierras: la mitad sudoeste en manos de los sajones y la mitad nororiental que...

Nuevos problemaseditar

En la época descrita, la mitad nororiental de Inglaterra se encontraba bajo el dominio de los daneses, incluyendo la capital, Londres. Sin embargo, la marea había girado en su contra. En aquellos tiempos, reinaba una paz aparente en la isla, pero los daneses estaban ocupados en Europa. Aunque en 884 o 885 intentaron un ataque en Kent, el cual fue rechazado exitosamente, sus acciones animaron a los daneses de Anglia del Este a rebelarse. Ante esto, Alfredo tomó medidas para aplacar la insurrección, culminando en la toma de Londres en 885 o 886 y el posterior tratado de paz entre Alfredo y Guthrum, el líder danés.

Pero la calma no duró mucho. En la primavera de 892 o 893, la última tormenta se desató. Los daneses, en una precaria situación en Europa, cruzaron al territorio inglés en dos grupos con unos 330 hombres y se establecieron en Appledore, en la región de Kent, mientras otro grupo más pequeño hizo lo mismo en Haesten, en Milton. El hecho de que estas nuevas incursiones incluyeran a mujeres y niños demostraba que no se trataba de simples ataques, sino de una clara tentativa de establecerse en el territorio.

Alfredo se encontraba de camino para ayudar a su hijo en Thorney cuando se enteró de que Northumbria y los daneses de Anglia del Este sitiaban Exeter y otra fortaleza en la orilla norte de Devon. Sin dudarlo, se dirigió hacia el oeste y logró liberar Exeter, aunque no se menciona el nombre del otro lugar. Mientras tanto, la fuerza de Haesten se movió hacia el valle del Támesis, posiblemente con la intención de ayudar a sus aliados en el oeste. Sin embargo, una fuerza combinada liderada por los tres grandes ealdormen (condes) de Mercia...

La enfermedad del monarca Alfredo en The Last Kingdom cuál fue su afección

De acuerdo a Asser, en su obra Life of King Alfred, se sugiere que el rey Alfredo pudo haber sufrido de enfermedades como la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o hemorroides. Aunque no se puede determinar con certeza la enfermedad exacta, los médicos contemporáneos han analizado estos síntomas para hacer una posible identificación. Estas condiciones probablemente hayan afectado la calidad de vida y liderazgo del rey Alfredo, sin embargo, sus logros siguen siendo recordados y celebrados en la actualidad.

Genealogíaeditar

Alfredo, además de ser un fiel seguidor del cristianismo, demostraba admiración por las creencias de los vikingos, las mismas que los anglosajones tenían antes de convertirse al cristianismo. Se enorgullecía de ser descendiente de Odín (conocido como Woden en anglosajón), el rey de los dioses vikingos, y considerado como el fundador de la Casa de Wessex.

Y es que Alfredo provenía de una larga línea de antepasados que incluía a Ethelwulf, padre de Alfredo, a su vez hijo de Egbert, y así sucesivamente con Elmund, Eafa, Eoppa, Ingild, Coenred, Ceolwald, Cudam y muchos otros más.

Cabe resaltar que esta conexión con la mitología nórdica no impedía que Alfredo mantuviera su fe en el cristianismo. De hecho, era un verdadero ejemplo de cómo ambas creencias podían coexistir pacíficamente y con respeto. Esta actitud tolerante y abierta hacia otras religiones era una de las muchas cualidades que le hacían destacar como líder y como persona.

Como descendiente de Odín, Alfredo tenía el orgullo de pertenecer a la Casa de Wessex, una dinastía que se había ganado el respeto y la admiración en la historia de los anglosajones. Su linaje era una mezcla de dos culturas, lo que enriquecía su identidad y le daba una perspectiva única.

Su ejemplo de tolerancia y respeto hacia otras religiones es una lección valiosa que sigue inspirando hasta el día de hoy. Y su conexión con la Casa de Wessex le hacía sentir orgulloso y aportaba a su rica identidad como líder y como ser humano.

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