
Revelando la verdad La ciencia confirma la existencia de peces en el Mar Muerto
Históricamente, se creía que el Mar Muerto era un cuerpo de agua desprovisto de vida debido a la ausencia de peces y animales de gran tamaño en él. La presencia excesiva de sal en sus aguas impedía la supervivencia de la mayoría de las criaturas marinas presentes en otros mares y océanos.
No hay hundimiento posible en el Mar Muerto
El Mar Muerto es conocido mundialmente por su singularidad: los bañistas no pueden hundirse en sus aguas. Aunque pueda parecer ilógico, la hipersalinidad del mar es la explicación de este fenómeno.
Debido al altísimo nivel de sal en sus aguas, estas se vuelven excepcionalmente densas. Esto significa que para poder hundirse, algo debería ser más denso que el agua, lo cual no ocurre con el cuerpo humano cuya densidad es menor. Por lo tanto, cuando uno se sumerge en el Mar Muerto, flota naturalmente sin tener que hacer ningún esfuerzo.
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Los elusivos microorganismos del mar inerte
Durante los años 40, en una recolección de muestras, se lograron aislar y cultivar exitosamente dos protozoos a partir de muestras del mar muerto. Uno de ellos, una ameba descubierta en el fondo del mar a más de 300 metros de profundidad, sorprendió por su tamaño diminuto de menos de 80 micras. Más interesante aún, se descubrió que tenía la increíble habilidad de producir flagelos en determinadas condiciones.
Junto a esta ameba, se encontró un protozoo ciliado que estaba en estrecha simbiosis con ella y con las algas del género Dunaliella. Este microorganismo unicelular también resultó ser una sorpresa por sus características, pero lamentablemente, ninguno de los dos cultivos lograron ser preservados hasta la actualidad.
Trabajos posteriores han intentado localizar nuevamente a estas curiosas criaturas, pero sin éxito. Por lo tanto, aún no podemos afirmar con certeza si estos protozoos realmente siguen habitando en el mar muerto o si su presencia en las muestras de hace ocho décadas fue producto de alguna forma de contaminación.
La extraordinaria arquea Halobacterium volcanii y su adaptación a la salinidad
La Haloferax volcanii es un procarionte, una forma de vida unicelular sin núcleo, distinta de las bacterias, con las cuales están más alejadas de nosotros que entre sí. Este organismo extremófilo prospera fácilmente en las aguas hipersalinas del Mar Muerto, pero requiere también calor, algo que se puede obtener sin dificultad en un lago endorreico en medio del desierto. Por esta razón, durante el verano, estas arqueas se reproducen con mayor facilidad.Además, esta arquea se puede cultivar con relativa facilidad en laboratorio. Esta combinación de factores extremos la hace un organismo modelo ideal para la exobiología, es decir, el estudio y comprensión de cómo podrían ser las formas de vida en otros planetas en ambientes hostiles.
Sin embargo, la fortaleza de esta arquea a la vez es su debilidad. La Haloferax volcanii posee un rango muy específico de salinidad, y si ésta es demasiado alta, puede ser perjudicial para su supervivencia.
La pequeña Dunaliella la alga verde con tonalidad carmín
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De procariota a eucariota: la adaptabilidad de Dunaliella parva al medio salino
Dunaliella parva es un tipo de alga unicelular que, a diferencia de las procariotas, cuenta con un núcleo celular. Su tamaño es muy pequeño y está provista de dos cilios, lo que le permite desplazarse con cierta agilidad en entornos salinos. Una de sus particularidades más destacadas es que no posee una pared celular dura, sino una cubierta de almidón que le brinda flexibilidad. De este modo, puede expandirse o contraerse según la concentración de sal presente en su entorno, regulando así su absorción y expulsión de agua.
Un aspecto curioso es que, a pesar de pertenecer al grupo de las clorófitas (también conocidas como algas verdes), su tonalidad es más bien rojiza debido a la alta concentración de ß-carotenos en sus cloroplastos. Estos mismos pigmentos son los responsables del color de frutas y verduras como el tomate y la zanahoria. De hecho, cuando se producen grandes proliferaciones de esta alga en el Mar Muerto, sus aguas adquieren un tono rosado. Esta capacidad de protección de los ß-carotenos es esencial en un entorno con alta exposición a la luz solar.
Además de su resistencia en su medio natural, las algas Dunaliella parva son organismos fáciles de cultivar, aunque en estas condiciones su tonalidad se vuelve más verdosa al estar sometidas a un menor estrés. Gracias a esto, se pueden aprovechar para la extracción de ß-carotenoides, utilizados como colorante alimentario, cosmético o suplemento nutricional. Pero su facilidad de cultivo también las convierte en un organismo modelo ideal para investigar en el campo de la exobiología.
La existencia en el mar Muerto y su impacto en el fin del mundo
El mar Muerto: un misterio por descubrir
Se creía que era una masa de agua inhabitable debido a su alta salinidad, pero recientes hallazgos están desconcertando a los científicos. Peces y otras especies marinas han sido avistados nadando en sus pozos. ¿Cómo es posible? Esta sorprendente revelación ha despertado nuevas teorías y también ha revivido una antigua profecía bíblica.
¿Puede este lago, considerado uno de los más antiguos del planeta, albergar vida en condiciones tan extremas? ¿O es un indicio del ineludible Fin de los Días? Sigue leyendo para descubrir más sobre este enigma.
Conoce la diversidad de seres vivos en las aguas del Mar Muerto
Por último, también se pueden observar reptiles como el lagarto del desierto o el lagarto verde (Lacerta fragilis) que han desarrollado mecanismos y características especiales para sobrevivir en este ambiente extremadamente salino y carente de recursos.
¿Existen animales en el Mar Muerto?A simple vista, las aguas del Mar Muerto pueden parecer desprovistas de vida. Sin embargo, esto sería una exageración. Aunque es cierto que no hay peces, que suelen ser los principales habitantes de los ecosistemas acuáticos, sí se pueden encontrar otros tipos de animales viviendo en él.
Entre ellos, destacan las aves. Se trata de especies acuáticas, como los pelícanos o Pelecanus, y algunas cigüeñas o Ciconia ciconia, que han logrado adaptarse a las condiciones del Mar Muerto.
Además, a pesar de la ausencia de peces o anfibios, el Mar Muerto alberga crustáceos, que conforman una importante fuente de alimentación para las aves que habitan sus alrededores.
Incluso reptiles como el lagarto del desierto o el lagarto verde (Lacerta fragilis) han conseguido adaptarse a este ambiente extremadamente salino y pobre en recursos, desarrollando características especiales para sobrevivir.
El Mar Muerto carece de diversidad biológica
El Mar Muerto, una vida aparentemente inexistente pero llena de sorpresasDesde una perspectiva animal, el Mar Muerto parece un lugar desolado y sin vida, lo cual justifica su nombre. Sin embargo, aunque no se puedan observar, existen otra especie de seres que habitan en este mar en abundancia. Se trata de los microorganismos halófilos, criaturas microscópicas que se han adaptado a la vida en entornos acuáticos hipersalinos.
Aunque no son visibles para el ojo humano, estos organismos juegan un papel importante en el Mar Muerto. Entre ellos se encuentran protozoos, algas microscópicas y bacterias de los géneros Flavobacterium, Halococcus y Halobacterium.
Por lo tanto, a pesar de la duda sobre la cantidad de especies que habitan en el Mar Muerto, se ha comprobado que son pocas en comparación con otros ecosistemas en nuestro planeta. Aun así, su presencia es una prueba de la increíble adaptación de la vida a diferentes condiciones extremas.