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Descubre el significado de las ITS y conoce las más comunes

Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son afecciones que se transmiten de un individuo a otro durante un encuentro íntimo (genital, rectal o bucal) y pueden ocasionar patologías.

Enfermedades de Transmisión Sexual ETS

La sífilis es una infección muy común, especialmente entre jóvenes de 15 a 24 años. Se origina a través de una llaga o ampolla que suele aparecer en la boca, el ano, la vagina o el pene. Aunque no causa dolor y puede desaparecer después de 15 días sin tratamiento, esto no implica que la infección se haya eliminado por completo.

Es importante tener en cuenta que también puede presentarse una inflamación en los ganglios cercanos a la lesión. Si la infección no es tratada, puede manifestarse posteriormente con erupciones en el cuerpo, fiebre, caída del cabello, malestar general, verrugas o condilomas en la zona genital.

Afortunadamente, la sífilis tiene cura y el tratamiento es sencillo. La penicilina, disponible en todos los centros de salud y hospitales, es el medicamento de elección que se administra en una o más dosis, dependiendo de la etapa en la que se encuentre la infección. Es importante también tratar a las parejas sexuales para evitar la propagación de la enfermedad.

Aunque si se diagnostica y trata a tiempo, puede ser completamente curable. Recuerda siempre protegerte y mantener una buena comunicación con tu médico para una detección y tratamiento oportuno.

La relación entre el VIH y las ETS Cómo se relacionan

Los riesgos de contraer VIH se ven agravados por ciertos comportamientos que también aumentan la vulnerabilidad a otras ETS. Entre ellos se encuentran:



ETS como factor de riesgo para VIH: Si una persona presenta una ETS, es más probable que contraiga VIH. Por ejemplo, una úlcera o herida en la piel causada por una ETS facilita la entrada del VIH en el cuerpo. Además, tener VIH junto con otras ETS aumenta el riesgo de transmitir el virus.

Medidas para disminuir la posibilidad de adquirir una Enfermedad de Transmisión Sexual

Medidas de protección contra las ETS y el VIHAbstinencia sexual: La abstinencia es la única forma segura de eliminar cualquier posibilidad de contraer una ETS o VIH. Esto significa no tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales.

Tratamiento antirretroviral (TAR): Si tiene actividad sexual, puede tomar medidas para reducir el riesgo de contraer una ETS o VIH. Una de estas medidas es tomar medicamentos contra el VIH a diario. El TAR ayuda a las personas con VIH a llevar una vida más larga y sana. Uno de los objetivos del TAR es reducir la carga viral a una concentración indetectable. Esto significa que la cantidad de VIH en la sangre es demasiado baja para ser detectada por una prueba.

Proteger a su pareja: Si su carga viral no es indetectable o no permanece así, aún puede proteger a su pareja del VIH. Una forma de hacerlo es usando condones en todas las relaciones sexuales y eligiendo comportamientos sexuales menos riesgosos. También es posible que su pareja tome medicamentos para prevenir la infección por VIH, conocidos como profilaxis preexposición o PrEP. La PrEP es una opción para las personas que no tienen el virus pero tienen un riesgo alto de contraerlo.

Conclusiones: La abstinencia sexual es la mejor manera de prevenir las ETS y el VIH. Sin embargo, si decide ser sexualmente activo, es importante tomar medidas de protección, como el uso de tratamientos antirretrovirales y la PrEP, para reducir el riesgo de contraer estas infecciones. Recuerde siempre practicar sexo seguro y comunicarse con su pareja sobre su salud sexual.

Identificando signos de Enfermedades de Transmisión Sexual ETS

Los síntomas de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) pueden variar dependiendo del tipo de ETS, y no todas las personas experimentarán los mismos síntomas. Algunos de los ejemplos de posibles síntomas de ETS incluyen dolor o frecuencia al orinar, secreción anormal en la vagina o el pene, y fiebre.

No todas las ETS causan síntomas. Aunque una persona no presente síntomas, es posible que transmita las enfermedades a otras personas.

Es importante hablar con un proveedor de atención sanitaria sobre la realización de pruebas de detección de ETS y también animar a la pareja sexual a hacer lo mismo.

Causas

Otras Enfermedades Transmitidas Sexualmente

Además del VIH, existen otras infecciones que se pueden adquirir durante la actividad sexual. Estas incluyen, entre otras, los virus de la hepatitis A, B y C, la infección por Shigella y la infección por Giardia.


Sin embargo, es importante destacar que no todas estas infecciones requieren contacto sexual para ser contraídas. Es posible infectarse por medio de otros medios, como por ejemplo por compartir agujas contaminadas o por el contacto con heces infectadas.


Prevención y Protección

Para prevenir la transmisión de estas enfermedades, es fundamental utilizar protección adecuada durante las relaciones sexuales y evitar compartir objetos que puedan estar contaminados. También es recomendable realizarse pruebas periódicas para detectar cualquier infección y recibir tratamiento en caso necesario. Mantener una buena higiene personal y alimentaria también puede ayudar a prevenir estas infecciones.

Prevención

Vacunación para prevenir infecciones de transmisión sexual

La vacunación temprana es una medida eficaz para prevenir ciertos tipos de infecciones de transmisión sexual (ITS). Entre las vacunas disponibles se encuentran las del virus del papiloma humano (VPH), la hepatitis A y la hepatitis B.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es recomendable que las niñas y niños de 11 y 12 años se vacunen contra el VPH, aunque también puede administrarse a partir de los 9 años. En caso de no estar completamente vacunados a esta edad, los CDC recomiendan seguir vacunándose hasta los 26 años.

Por otro lado, la vacuna contra la hepatitis B se suele administrar a los recién nacidos, mientras que la vacuna contra la hepatitis A se recomienda a los niños a partir de 1 año. Ambas vacunas son recomendadas para aquellas personas que aún no son inmunes a estas enfermedades y para aquellas que presentan un mayor riesgo de infección, como los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres o personas que consumen drogas intravenosas.

Panorama general de la enfermedad del VIH

Enfermedades de transmisión sexual: importante hablar sobre ellas

Las ETS, también conocidas como infecciones de transmisión sexual (ITS), son un tema esencial en materia de salud sexual. Se trata de infecciones que se propagan mediante la actividad sexual, incluyendo relaciones anales, vaginales u orales. Las ETS tienen su origen en bacterias, parásitos y virus.

Es común que los profesionales de la salud utilicen el término "infección" en lugar de "enfermedad", ya que una persona infectada puede no presentar síntomas pero aún así necesitar tratamiento. Es por eso que es muy importante hacerse chequeos regularmente y tratar cualquier tipo de infección de manera oportuna.

El VIH, que se transmite a través de relaciones sexuales, es un ejemplo de ETS que puede llevar a una enfermedad conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) si no es tratado con medicamentos adecuados. Otras enfermedades de transmisión sexual comunes incluyen clamidia, gonorrea, infección por el virus del papiloma humano (VPH) y sífilis.

Es crucial concienciar sobre la importancia de prevenir, detectar y tratar las ETS. ¡Hablemos sobre ellas y cuidemos de nuestra salud sexual!

Introducción

Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son afecciones que se transmiten de forma sexual de una persona a otra. El contacto sexual puede ser vaginal, oral o anal, pero también pueden transmitirse a través de otros contactos íntimos que involucren el pene, la vagina, la boca o el ano. Esto se debe a que algunas ETS, como el herpes y el VPH, se propagan por contacto directo de piel a piel.

Es importante destacar que algunas ETS pueden transmitirse de una persona embarazada al bebé, ya sea durante el embarazo o durante el parto. También pueden propagarse durante la lactancia, a través de transfusiones de sangre o al compartir agujas.

Ambos géneros pueden verse afectados por ETS, aunque en algunos casos las complicaciones de salud pueden ser más graves en las mujeres. Si una ETS se transmite al bebé, puede provocar graves problemas de salud.

Es importante tomar medidas de protección y hacerse pruebas regularmente para evitar complicaciones en la salud propia y de los demás.

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