relaciones tóxicas en adolescentes

Guía para identificar y actuar ante relaciones tóxicas en adolescentes

La celebración de San Valentín nos evoca romanticismo y belleza, pero lamentablemente, esto no siempre es así. En la actualidad, algunos jóvenes han adoptado una actitud permisiva ante relaciones tóxicas, aceptando comportamientos agresivos, machistas o manipuladores. Lamentablemente, las consecuencias de este tipo de vínculos pueden manifestarse a través de trastornos y enfermedades, como la anorexia, la ansiedad, el insomnio y la depresión. En este artículo, profundizaremos en este tema.

Identificar una relación dañina en nuestroa hijoa señales a observar

La adolescencia es una etapa llena de complejidades emocionales. Es posible que algunas familias pasen por alto si su hijo o hija está en una relación tóxica que afecta su bienestar físico y emocional. Aquí te mostramos algunas claves para detectar este problema:

Sin embargo, abordar este tema puede resultar difícil. ¿Cómo hablar de esto en casa sin ser rechazados? Muchos adolescentes y adultos encuentran difícil abordar este tema, ya que se trata de algo muy personal. Además, reconocer que nuestra pareja, alguien a quien amamos, nos lastima o que nosotros le hacemos daño, puede ser aún más complicado.

Es importante encontrar un momento y un lugar adecuados para hablar con nuestros hijos. Debemos mostrar calma y asegurarles que nuestra intención no es regañarlos ni sermonearlos. Podemos comenzar expresando nuestra preocupación y mostrándoles que estamos allí para apoyarlos y ayudarles. También es importante darles tiempo y espacio para que puedan expresarse. No debemos olvidar que, si es nuestro hijo quien está siendo tóxico, también necesitará de nuestra ayuda.

Señales que van creciendo

1. Peleas constantes. Cada encuentro se convierte en una batalla. Una de las partes sufre al tratar de hacer lo que desea, debido a la dominancia excesiva de la otra. Aunque la relación no florece, estos problemas se vuelven parte de la normalidad.

2. Necesidad de apegarse. La persona dependiente emocionalmente no puede imaginar su vida sin esa pareja o amistad, se aferra a la relación sin pensar en una vida independiente. Requiere de este contacto, a pesar del sufrimiento que conlleva.

3. Escalada de conflictos. Las discusiones se multiplican y la relación se ve dominada por la ira. Cada vez se hace más complicado seguir los propios deseos u actividades. En esta situación, una de las personas cede el control en favor de la otra, que lleva las riendas. Con el tiempo, se abandonan muchos hábitos y también se pierden relaciones con otras amistades y familiares.

Los indicios de vínculos perjudiciales

Según un experto en el tema, existen diversas formas de abuso que restringen el crecimiento y la libre expresión de afectividad en las personas. Especialmente preocupante es durante la adolescencia, etapa en la que es esencial relacionarse con libertad y experimentar nuevas vivencias, convirtiéndose en un laboratorio para explorar las relaciones afectivas.

Incluso en casos extremos, una relación tóxica de pareja puede convertirse en un entorno para comportamientos abusivos y ser un factor de riesgo para el aislamiento social. Según Boyano, cuanto más alto es el nivel de dependencia, mayor es la probabilidad de violencia en el futuro de la pareja.

Los indicios de abuso suelen aparecer gradualmente, dificultando su detección en etapas tempranas. A medida que la relación avanza y la dependencia entre ambos miembros es más fuerte, estos signos se vuelven más evidentes. El experto explica su desarrollo en una escala que se detalla a continuación:

Cómo actuar

Opciones ante relaciones tóxicas

Enfrentarse a las relaciones tóxicas puede ser un desafío complejo tanto para la víctima como para su entorno cercano. Es crucial no sólo reconocer las señales, sino también que la víctima sea consciente de su situación, algo que a menudo se ve dificultado por los patrones tóxicos en las relaciones.

En ciertos casos, es posible que sea necesaria la intervención de un profesional para afrontar la situación de manera eficaz.

El objetivo principal es crear un ambiente que fomente el cambio de creencias erróneas, como mitos románticos, dependencia emocional y baja autoestima. Se debe promover una comunicación asertiva que respete los derechos de la víctima.

Al final, destacan los expertos, lo más importante es que la persona afectada se sienta respetada, pueda expresarse con su propia voz y viva la vida que desee, sin restricciones.

Los impactos derivados de estas interacciones

En la etapa de la adolescencia, es común equivocarse al confundir el amor con vínculos de dependencia que pueden derivar en situaciones de maltrato.

De manera general, se ha observado que ciertas consecuencias están asociadas a este tipo de relaciones durante la adolescencia, como por ejemplo:

Enfrentando el pulsador identificar detener y superar

Accionar el botón de emergencia tiene como fin permitir que otras personas puedan intervenir y concientizar sobre el problema. Es esencial detectar una relación abusiva a tiempo para luego adoptar un enfoque de afrontamiento. Una vez identificadas las conductas disfuncionales, es fundamental enfrentarlas con la ayuda de un profesional.

La persona con dependencia emocional debe reemplazar sus creencias falsas por pensamientos más racionales y desarrollar técnicas de comunicación asertiva. El objetivo es que la persona se sienta respetada en sus derechos, hable con voz propia y sea capaz de llevar la vida que desea.

Amores turbulentos serán los más adorados

No siempre son los mejores amores los que son conflictivos. Existe un refrán popular que afirma que "los amores peleados son los más queridos", pero en realidad, esto no es siempre así.

En nuestra infancia, es probable que hayamos cantado al unísono "los que se pelean se desean", normalizando así las discusiones en las relaciones de pareja. Pero olvidamos una realidad importante: las peleas constantes en una pareja pueden ser dañinas y generar infelicidad.

Quizás con el paso de los años, creemos que es normal que las parejas discutan o incluso se aburran o no se soporten mutuamente. Pero debemos recordar que las peleas constantes no son saludables.

De hecho, muchas parejas se encuentran atrapadas en una espiral de discusiones que solo les causa sufrimiento.

Para poder comprender mejor lo que se conoce como una "relación tóxica", es necesario entender que en estas dinámicas, se ha normalizado un comportamiento dañino para ambas partes.

¿Pero por qué nos aferramos a este tipo de relaciones? ¿Qué factores influyen en esto?

Existen muchas razones que explican por qué nos enganchamos en relaciones tóxicas y por qué nos cuesta ponerles fin.

Algunos de estos factores pueden ser:

  • El miedo a estar solos.
  • La falta de autoestima y confianza en uno mismo.
  • La creencia de que la otra persona va a cambiar.
  • La dependencia emocional.
  • Las presiones sociales o familiares.

Señales que van creciendo

1. Enfrentamientos constantes. Cada vez que se encuentran, surgen discusiones. Una de las partes se ve impedida de tomar decisiones o hacer lo que desea debido a la dominancia excesiva de la otra parte. A pesar de que la relación no funciona, estos problemas se consideran normales.

2. Dependencia emocional. La persona dependiente no puede imaginar su vida sin la pareja o la amistad en cuestión. Se aferra a la relación y no contempla la posibilidad de ser independiente. Siente una necesidad imperiosa de mantener el contacto, aunque esto suponga sufrimiento.

3. Disputas constantes. Las discusiones son cada vez más frecuentes y la ira se apodera de la relación. Se hace más difícil cumplir con los propios deseos o llevar a cabo actividades individuales. En esta situación, una de las personas cede su liderazgo en favor de la otra, que toma el control. Con el tiempo, se renuncian a hábitos y se pierden relaciones con amistades y familiares.

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