Descubre por qué el esquí es considerado un deporte olímpico
El esquí alpino es sin duda la disciplina estrella de los Juegos Olímpicos de Invierno y el rey indiscutible de los deportes de temporada fría. Principalmente se trata de deslizarse por una pendiente a gran velocidad, buscando siempre mejorar el tiempo final, empleando diferentes técnicas.
TÉCNICA DEL ESQUÍ ALPINO
Existen varias modalidades y variaciones entre ellas que provocan la diversidad de técnicas en el esquí. Sin embargo, todas comparten la necesidad de realizar cambios de dirección en algún momento, lo que hace imprescindible el uso de botas y fijaciones adecuadas. Las botas, por un lado, son rígidas y tienen suela plana, mientras que las fijaciones sujetan el talón y difieren de las utilizadas en disciplinas nórdicas. Además, los esquís en esta modalidad son más anchos y cortos en comparación con los utilizados en esquí de fondo.
En la práctica del esquí alpino, también se suelen realizar saltos, durante los cuales el esquiador adopta la peculiar posición conocida como "huevo". En este tipo de saltos, el esquiador se encoge en su postura y hace un gesto similar al de un huevo, lo que le permite controlar su aterrizaje y evitar lesiones. De esta manera, la técnica en el esquí alpino se vuelve aún más compleja y emocionante, ya que no solo implica cambios de dirección, sino también desafíos de salto.
Fundamentos esenciales de la práctica del esquí alpino
En el esquí alpino, la línea de caída representa el trayecto que seguiría un esquiador si la gravedad fuera el único factor determinante. Sin embargo, durante la competición, los esquiadores deben atravesar una serie de puertas, entrando y saliendo constantemente de la línea de caída. Encontrar el camino más corto también implica estar cerca de la superficie de la pendiente, especialmente en momentos como saltos y baches. Esto se conoce como "recorrido", un término clave en el mundo del esquí alpino.
Además, los esquiadores pueden disminuir las fuerzas de la nieve al ajustar su posición durante el descenso. Al levantar o bajar su cuerpo, pueden controlar la presión sobre los esquíes, permitiéndoles realizar giros con mayor facilidad. Al inclinarse hacia un lado, el borde del esquí se entierra en la nieve, lo que proporciona estabilidad y reduce la velocidad del esquiador. Alternar entre giros a la izquierda y a la derecha es una técnica clave para mantener el control y la velocidad en la competencia.
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MODALIDADES OLÍMPICAS
11 serán las pruebas en las que se luchará por obtener una medalla en los Juegos Olímpicos, entre ellas: eslalon, eslalon gigante, Super-G, descenso y combinada, tanto en la categoría masculina como femenina. También habrá un evento de equipo mixto. Lo que diferencia a estas competiciones de otras en el esquí es que los esquiadores utilizan una fijación rígida en el talón para asegurar el pie al esquí, lo que les permite una mayor fuerza en el tobillo. Todas las pruebas se corren en contra del cronómetro.NORMAS Y COMPONENTES DE LA PRÁCTICA DEL ESQUÍ DE DESCENSO
El esquí alpino se divide en dos tipos de pruebas: las de velocidad, que incluyen el descenso y el Super-G, y las de técnica, que son el gigante y eslalon. Además, existe la combinada, que es la suma de los tiempos del descenso y el eslalon, y el evento por equipos mixtos, que combina varias modalidades. En todas ellas, el objetivo es conseguir el menor tiempo posible.
Las pruebas comienzan con los entrenamientos oficiales que se llevan a cabo en tres días. El descenso, que se realiza en una sola manga, se desarrolla en pistas con una pendiente de entre el 15% y el 30%. En esta prueba, los esquiadores pueden alcanzar velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora, incluso llegando a los 150. Los giros son amplios y el recorrido está señalizado con puertas que indican la dirección y con pintura biodegradable azul que resalta el trazado en zonas sombreadas.
Para competir en el descenso, los esquiadores deben llevar un casco obligatoriamente. Además, es necesario que los esquís tengan una longitud mínima de 215 cm para hombres y 210 cm para mujeres, con un máximo de 225 cm, y que permitan un radio de giro no inferior a 45 m. Los bastones, por su parte, deben ser curvos para ayudar a mantener una postura aerodinámica.
Descubriendo el mundo del esquí de montaña Concepto y técnicas de esta emocionante disciplina
El esquí alpino es una de las disciplinas más exigentes de los Juegos Olímpicos de Invierno. A diferencia de otros deportes específicos, aborda un total de 11 modalidades únicas. Entre ellas, se encuentran el slalom y slalom gigante, demandantes técnicas de habilidad que ponen a prueba la destreza del esquiador para realizar un descenso lleno de puertas y giros.En cada evento, los atletas se lanzan por una serie de puertas mientras descienden una colina empinada. La rapidez en cruzar la línea de meta determina al ganador absoluto.
Así, cada carrera representa una prueba de técnica, velocidad y agilidad, nutrida de emocionantes momentos para los espectadores.
HISTORIA DEL ESQUÍ ALPINO
El esquí alpino, deporte que consiste en descender pendientes con esquís, tuvo sus inicios en Noruega. Sin embargo, su verdadero auge se debe a la invención de la fijación del talón por Mathias Zdarsky en 1895. A lo largo de las primeras décadas del siglo XX, se fueron desarrollando diferentes modalidades, pero no fue hasta 1924 que se incluyó en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Desde su inclusión en los Juegos Olímpicos, el esquí alpino ha evolucionado de manera constante. En 1931 se celebraron los primeros campeonatos del mundo, siendo una de las pocas competiciones en las que las mujeres también participaron desde el principio.
Finalmente, en 1936, durante los Juegos Olímpicos de Garmisch-Partenkischen, el esquí alpino hizo su debut olímpico con la inclusión de una categoría combinada para hombres y mujeres.
El origen del esquí de montaña un recorrido por su historia
La evolución del esquí alpinoLa práctica del esquí alpino no es algo nuevo, se remonta a la prehistoria cuando se descubrieron tablones de madera en Rusia, Finlandia, Suecia y Noruega. A lo largo de miles de años, esta actividad ha sido parte integral de la vida en los países más fríos.
Fue en la década de 1850 cuando el esquí alpino moderno comenzó a tomar forma. Sondre Norheim, una leyenda noruega, popularizó el uso de esquís con lados curvos y fijaciones de talón hechas de sauce.
El esquí alpino en los Juegos OlímpicosEl esquí alpino debutó en el programa olímpico en 1936, tanto para hombres como para mujeres, en los Juegos de Garmisch-Partenkirchen. En ese entonces, solo se llevaban a cabo carreras de descenso y slalom.
Solo cuatro años después, en 1948, se agregó la prueba de slalom gigante y, en 1988, se convirtió en un cuarto evento separado: el slalom supergigante.
En el 2018, en los Juegos Olímpicos de Invierno, el evento de equipos mixtos se añadió como la última incorporación a la competencia alpina, demostrando la constante evolución y popularidad del esquí alpino en el mundo del deporte.