
Descubre cómo se escribe correctamente lujuria o luguria y su verdadero significado
El anhelo desmedido e incontenible por el placer carnal es conocido como lujuria, término derivado del latín luxus que significa "abundancia" o "exceso". En el contexto de la moralidad sexual, este término engloba el deseo desordenado e incontrolable de gratificación sexual. Además, lujuria también puede referirse a un intenso anhelo por cualquier cosa en general. Otro término relacionado es la lascivia, que se puede equiparar a la lujuria y se refiere al apetito o deseo excesivo por los placeres sexuales.
Concepto religiosoeditar
Una de las figuras más temidas en la mitología europea medieval es el Íncubo, una entidad demoníaca que se cree se posa sobre las mujeres durmientes para tener relaciones sexuales con ellas. Su equivalente femenino es conocido como súcubo. Según diversas tradiciones míticas y legendarias, estos seres buscan tener hijos con sus víctimas, como en la famosa leyenda de Merlín. Algunas fuentes incluso mencionan que se les puede identificar por su pene antinaturalmente frío.En la tradición religiosa, se considera que tener relaciones sexuales con un íncubo o súcubo es inmoral. De hecho, la moral sexual en muchas religiones es altamente restrictiva y califica ciertas prácticas y comportamientos sexuales como desordenados o lujuriosos. Sin embargo, es interesante notar que en algunas religiones existían y aún existen deidades asociadas con la lujuria, el amor y la belleza, sin ser consideradas moralmente reprochables.
En la Biblia, por ejemplo, hay versículos que prohíben la desnudez entre hermanos o entre padres e hijos, ya sea que hayan nacido en casa o fuera de ella. Esta visión moral de la sexualidad como algo íntimo y reservado a los lazos sagrados del matrimonio es una constante en diversas tradiciones religiosas.
Qué es Lujuria
Lujuria se entiende como la falta de control en el deseo sexual y es considerado un vicio contrario a la castidad. Además, también puede referirse a una abundancia o exceso en ciertas cosas que estimulan los sentidos.La etimología de la palabra lujuria proviene del término latino luxus, que significa "abundancia" o "exuberancia". Asimismo, se relaciona con el concepto de lascivia, el cual se refiere a un deseo sexual incontrolable.
Por otro lado, se utiliza el adjetivo lujurioso para describir a una persona que se entrega sin freno a la lujuria. Del mismo modo, se emplea el término lujuriante para referirse a un individuo que es vicioso, lujoso y despreocupado.
Lujuria en la Biblia
La lujuria es un concepto presente en distintas creencias religiosas. En el islam, se define como cualquier acto sexual fuera del matrimonio, mientras que en el budismo y hinduismo se incluye dentro de las angustias o males que causan sufrimiento.Para la religión cristiana, la lujuria es considerada uno de los siete pecados mortales, perteneciente a la categoría de vicios concupiscibles, es decir, aquellos deseos que llevan al ser humano a caer en posesiones y actos incontrolables.
Desde esta perspectiva, se entiende que la lujuria es un comportamiento pecaminoso e inmoral. De hecho, la Biblia lo menciona en el libro de Mateo (5:28), donde se advierte que cualquiera que mire a una mujer con deseo, ya ha cometido adulterio en su corazón.
Explorando la raíz latina de la lujuria más que sexo
En latín, la palabra "luxuria" provenía de "luxus", que significa "lujo". Por esta razón, cualquier cosa desmedida, en especial si se relaciona con el lujo, era denominada así. Este término surgió en la Antigua Roma, donde se calificaba así a cualquier persona poderosa que poseía una gran cantidad de bienes materiales.
La lujuria en la actualidad
Hoy en día, la lujuria también se asocia con pensamientos posesivos hacia otra persona. Sin embargo, cuando estas obsesiones llegan a extremos patológicos, pueden generar compulsiones sexuales, abusos y violaciones. En este sentido, ya se puede ver la connotación sexual del término.
La lujuria en la religión
A lo largo de la historia, la religión ha descalificado la lujuria e incluso la ha considerado como un pecado. De hecho, una de las condenas morales más comúnmente relacionadas con la lujuria a nivel religioso es la prohibición de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
El cambio del deseo en la transición de Roma al cristianismo
La llegada del cristianismo a los gobiernos romanos en el siglo IV trajo consigo un cambio en el significado del término ",lujuria",. A partir de entonces, esta palabra era utilizada para referirse a cualquier tipo de exceso ostentoso que las personas más ricas exhibían para demostrar su estilo de vida superior al resto.
La religión cristiana no dudaba en equiparar los excesos en riqueza y posesiones con vicios y perversiones sexuales, otorgándole a la lujuria un nuevo significado relacionado con el sexo. Esta asociación se hacía especialmente con aquellos que ostentaban el poder y el dinero en la Antigua Roma.
Por esta razón, el término lujuria fue modificado y su acepción cambió a ",desenfreno sexual",. Aquellas personas que se entregaban en exceso a los placeres carnales eran conocidas como ",lujuriosas",, término que se ha mantenido hasta nuestros días. Sin embargo, su significado ha ido evolucionando para adaptarse a las distintas corrientes y pensamientos predominantes en las sociedades a través de los siglos.
Concepto psicológico y socialeditar
La lujuria: una conducta sexual patológica
En contraposición con los comportamientos sexuales considerados normales, la lujuria se define como una exacerbación o falta de control de los deseos sexuales. Aunque se suele confundir con la hipersexualidad, esta última se caracteriza por un repentino aumento en la libido o actividad sexual.
Causas y consecuencias de la hipersexualidad
Mientras que la hipersexualidad puede ser causada por problemas médicos, consumo de medicamentos o drogas, su origen es desconocido en la mayoría de los casos. Se debe distinguir entre comportamientos considerados delitos, como la violación o la pornografía infantil, y aquellos que son practicados legalmente pero pueden ser vistos como lujuriosos.
Los efectos de la lujuria en la conducta sexual
Los comportamientos lujuriosos se caracterizan por un descontrol y exacerbación en la actividad sexual, presentándose en cualquier tipo de conducta erótica. La estimulación sexual puede generar un goce intenso que no puede ser comparado con otras actividades, lo que lleva a un deseo de experimentarlo nuevamente, dependiendo del grado de egoísmo del individuo.
El Estado Natural del Deseo Sexual
Sin embargo, es importante recalcar que dentro de la religión cristiana el simple reconocimiento de nuestras necesidades no es considerado como algo negativo. De hecho, en muchos textos sagrados se menciona la normalidad del deseo sexual, por lo que no debemos sentirnos culpables por experimentarlo. Lo verdaderamente relevante es no llevarlo a la práctica, ya que esto va en contra de los principios cristianos. Además, negar o reprimir nuestros deseos puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y puede incluso potenciarlos.
Otro consejo que se suele dar a quienes creen que tienen dificultades en esta área es aceptar sus sentimientos y pensamientos para evitar ser sorprendidos por la tentación. Al reconocer que somos susceptibles a la tentación, podemos crear estrategias para mantenernos enfocados en otras actividades y evitar situaciones que puedan desencadenar nuestros deseos. También se aconseja desviar la mirada de cualquier estímulo tentador cuando nos encontremos en ese tipo de situaciones.
Estímulo intelectual y lujuría
¿Cómo lidiar con la lujuria?Para muchas personas, el deseo sexual surge en momentos de inactividad o falta de estímulos intelectuales. Nuestro cuerpo posee mecanismos más simples para obtener placer que la lectura o el aprendizaje, por lo que es tentador caer en esta "receta fácil y rápida". Es por ello que es recomendable encontrar un pasatiempo que nos permita relajarnos y despejar la mente, al mismo tiempo que disfrutamos.
Entre los consejos más comunes de los líderes religiosos para ayudar a aquellos que se sienten atormentados por la lujuria, se encuentra la lectura de textos sagrados. También es útil memorizar versos o pasajes completos, ya que se pueden repetir mental u oralmente en momentos de tentación. De hecho, las personas religiosas pueden recordar de esta manera las leyes de Dios y su deber de cumplirlas.
La pornografía es una de las principales tentaciones que alimentan la lujuria. Por ello, la religión recomienda eliminarla de la vida de los fieles. A pesar de que la visualización de imágenes y vídeos de esta naturaleza se da en privado, es difícil controlarla. Sin embargo, con un seguimiento intenso, muchas personas logran redirigir esta energía hacia otras actividades.