Descubre la majestuosa Catedral de San Pedro de Montpellier en Francia
En la ciudad francesa de Montpellier se encuentra la imponente Catedral de San Pedro (conocida en francés como cathédrale Saint-Pierre de Montpellier), una majestuosa obra católica. Ubicada en la zona del Écusson, en pleno centro de la ciudad antigua, esta construcción gótica es considerada el principal monumento de la ciudad y la iglesia más extensa de la región de Languedoc-Rosellón.
Los Recintos Sagrados de la Catedral de San Pedro
Una vez que entres en este lugar, notarás la escasez de luz, pero no te preocupes, ya que el ambiente es muy acogedor. Si miras hacia nuestra derecha, en el coro, podrás apreciar tres elementos neogóticos que datan del siglo XIX.
En primer lugar, encontrarás el pequeño órgano de acompañamiento, seguido por el antiguo altar mayor, predominantemente elaborado en ónice, y finalmente, la impresionante cátedra de cobre dorado.
Por otro lado, si giras hacia el lado opuesto encontrarás un enorme órgano que fue encargado al prestigioso fabricante de la época, Jean-François L’Epine, en el año 1778. Los sonidos que emanan de este instrumento, al igual que los que emiten las cuatro campanas de voltear y las tres de repique, son prácticamente los únicos que podrás escuchar aquí fuera del horario de misa.
Además, te invito a levantar tu mirada para observar detenidamente las magníficas vidrieras que adornan este lugar, especialmente los dos rosetones que se encuentran en el interior, representando a los profetas y a los apóstoles. Sus colores impactantes son imposibles de apreciar desde el exterior.
Historiaeditar
La catedral de San Pedro, originalmente conocida como la capilla del monasterio-colegio Saint-Benoît Saint-Germain, fue fundada en 1364 por el papa Urbano V. En 1536, con la sede episcopal trasladada desde la cercana localidad costera de Maguelone a Montpellier, esta iglesia fue convertida en catedral. Louise Guiraud, historiadora de Montpellier, describe en detalle la arquitectura del edificio y la composición de sus varias capillas.[1]Cuatro torres se erigen en las esquinas de la nave, aunque una de ellas fue derribada durante los movimientos iconoclastas de 1567. Además, el edificio está equipado con importantes defensas que lo convierten en una fortaleza. A finales del siglo XVI, también fue apodado como el "fort Saint-Pierre". Una de las fachadas está coronada con matacanes y almenas, mientras que un adarve corre detrás de ellos en el espesor del muro. La entrada se encuentra protegida por un masivo porche, conformado por dos pilares cilíndricos y una bóveda que conecta los pilares con la fachada de la iglesia.
Estos elementos son prácticamente los únicos vestigios de la arquitectura medieval que todavía pueden ser admirados en la catedral hoy en día. Originalmente, la iglesia constaba de una sola nave con cinco tramos que separaban las catorce capillas laterales. Cada una de ellas estaba dedicada a diferentes santos, como san Germain, Notre Dame, san Víctor, santa Cecilia, santa Úrsula y las Once mil Vírgenes, san Martin, santa Catalina de Alejandría, la Santa Cruz, san Pedro Ápostol, santa María Magdalena, san Blas, san Lázaro y san Miguel Árcangel. Además, la ornamentación de la iglesia era muy suntuosa, incluyendo un altar mayor rodeado por un retablo de plata dorada. En la actualidad,...
El gran órganoeditar
En 1775, el obispo de Montpellier, monseñor de Malide, tomó la decisión de demoler la antigua capilla, construida en el siglo XIV por Urbano V, debido a su pequeño tamaño. Para llevar a cabo este proyecto, se contrató al destacado fabricante de órganos de la época: Jean-François Lépine. Sin embargo, antes de instalar el instrumento, fue necesario reforzar la tribuna que lo sostendría, para evitar que las vibraciones afectaran su sonido. Desde su creación en 1778, el órgano ha sido sometido a constantes mantenimientos y mejoras, incorporando nuevos sopladores y tubos a lo largo del tiempo. En 1923, se modernizó aún más al ser equipado con un soplador eléctrico. Desafortunadamente, en 1943, durante una reparación del techo, el órgano sufrió graves daños...
Con motivo de la celebración del milenio de Montpellier en 1985, se llevó a cabo una importante renovación de la iluminación de la catedral a cargo de la Conservación regional de monumentos históricos, con la colaboración de la ciudad. Gracias a los nuevos proyectores, el órgano pudo salir de la penumbra y ser admirado en todo su esplendor. En 1994, se realizó una consolidación de los pies de la torreta central, que presentaba riesgo de derrumbe debido a su propio peso. También se realizó un procedimiento de dorado de las consolas, instrumentos y estructuras del órgano con pan de oro, empleando un total de 16.000 láminas de 22 quilates y un peso total de 32 gramos de oro. Un verdadero despliegue de belleza y cuidado por preservar este tesoro histórico.
El Paradigma del Gótico del Sur en Acción
La catedral de Saint-Pierre fue fundada en 1536 después de que el arzobispo de Maguelone fuera transferido a Montpellier. Antiguamente, esta edificación servía como capilla del monasterio benedictino de Saint-Benoît.
Una de las atracciones que no se pueden dejar pasar es el pórtico, un imponente baldaquín sostenido por gigantescos pilares cilíndricos de 4,55 m de circunferencia. En su momento, estos pilares exhibían los escudos de armas de Urbano V, quien era estudiante y profesor en Montpellier. Más tarde, fue nombrado obispo y finalmente elegido como papa en Avignon (1362).
Dentro de la catedral, se puede apreciar una obra maestra de Sébastien Bourdon, la cual transporta al espectador a la época artística de Montpellier en el siglo XVII.
Crónica de la Catedral de Montpellier
En el año 1364, fue colocada la primera piedra de la Catedral de San Pedro de Montpellier. En esa época, se trataba de una capilla sencilla perteneciente al monasterio de San Benoît, fundado por el papa Urbano V. En aquel entonces, era la mitad del siglo XIV y los papas residían temporalmente en Aviñón. La capilla fue consagrada en el año 1373 y su robusta estructura le valió el sobrenombre de "fuerte".
Por suerte, su solidez fue fundamental, ya que a partir de 1536 la catedral se convirtió en la sede del obispado de Montpellier, pasando a llamarse Catedral de San Pedro. El resto del monasterio fue reservado como vivienda para los obispos. Durante las Guerras de Religión de la segunda mitad del siglo XVI, la catedral fue constantemente atacada.
La Catedral de San Pedro es un ejemplo del estilo gótico meridional y su nave conserva su estructura original desde el siglo XIV. Sin embargo, el transepto y el coro fueron añadidos en el siglo XIX. En su exterior, se destaca el llamativo pórtico sostenido por dos enormes pilares rematados en punta, ubicado frente a la entrada principal. Este elemento parece más propio de un castillo de Disney que de un templo católico.
Fotos
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Explorar los emblemáticos sitios arquitectónicos de una localidad nos permite descubrirla en su totalidad, es algo que jamás deberíamos pasar por alto.
Ya sea que tengamos creencias religiosas o no, en la ciudad de Montpellier es imprescindible hacer una parada en la majestuosa Catedral de San Pedro.
Ampliaciones del siglo XIXeditar
En el año 1855, Henri Antoine Revoil comenzó a liderar importantes proyectos en la catedral de San Pedro, que se extendieron hasta 1875. Durante este tiempo se reconstruyó la torre del campanario y se añadieron capillas al coro, aunque el deambulatorio que se tenía planeado inicialmente no se construyó. Para adornar la cubierta del coro, se utilizaron azulejos al estilo borgoñón. Además, Auguste Baussan se encargó de la decoración tallada de la torre y del tímpano en el estilo del siglo XIII. Entre 1870 y 1872 se instalaron vitrales en el transepto y el coro, creados por Édouard Didron y Paul Nicod. En el brazo derecho, se pudo colocar una tela decorativa...
El 8 de diciembre de 2002, la diócesis de Montpellier fue elevada a arquidiócesis por decreto de la Congregación para los Obispos. Con este cambio, la catedral de San Pedro se convirtió en catedral metropolitana. Ahora, la Provincia Eclesiástica de Montpellier incluye las diócesis sufragáneas de Mende y Perpiñán-Elne (anteriormente sufragánea de Albi), de Nîmes (antes sufragánea de Aviñón) y de Carcasona (que antes estaba sufragada a Toulouse). Con esta reorganización, la catedral de San Pedro adquirió una mayor importancia en el ámbito eclesiástico de la región.